jueves, 6 de octubre de 2011

Decidí guardar tus caricias en un frasco de cristal.

Echo de menos esa cara de tonta que solía poner cada vez que me hablabas. Echo de menos la sonrisa que aparecía en mi cara cuando me decías "Te quiero".
Pero sobre todo añoro:
Los abrazos inesperados acompañados de caricias.
Esas miradas tan intensas que conseguían dejarme sin habla.
Nuestras manos convertidas en una, con los dedos entrelazados.
Los besos tan dulces que me robabas.
Tu cuerpo junto al mío...